El Fénix era un ave maravillosamente
bella que vivía en el paraíso , junto con el primer hombre y la primera
mujer, a los que seguía a todas partes. Cuando Adán y Eva fueron
expulsados, un ángel portador de una espada de fuego fue designado para
cuidar las puertas del paraíso e impedir que la pareja pudiera volver
al Edén.
Empujado por el amor y la lealtad, el ave Fénix intentó
impedir que las puertas se cerraran definitivamente para sus amigos.
Entonces, una chispa saltó de la espada del guardián y el hermoso
plumaje del ave se encendió, terminando con su vida en una llamarada
multicolor.
Quizá como un premio por haber sido la única bestia
que se había negado a probar el fruto prohibido, o quizás porque era
injusto que un acto de amor terminara en una muerte así, el caso es que
todos los ángeles estuvieron de acuerdo en concederle al ave Fénix
varios dones, como el de Sanar las heridas de otros seres vivos con sus
lágrimas y el de la vida eterna...
Su inmortalidad se manifestaba en su eterna capacidad de volver a la vida resurgiendo de entre sus cenizas.
Según
la leyenda, cuando le llegaba la hora de morir, el ave Fénix hacía un
nido de especias y hierbas aromáticas y ponía en él un único huevo.
Después de empollarlo durante algunos días, una noche, al caer el sol,
el Fénix ardía espontáneamente, quemándose por completo y reduciéndose a
cenizas.
Gracias al calor de las llamas, se terminaba de
empollar el huevo y, al amanecer, el cascarón se rompía,resurgiendo de
entre los restos aún humeantes el ave Fénix. No era otra ave, era el
mismo Fénix, siempre único y eterno, aunque siempre más joven y fuerte
que antes de morir. Siempre más sabio porque tenía, además, la virtud de
recordar todo lo aprendido en su vida anterior.
El mito del ave Fénix existe en casi todas las culturas ancestrales
Volverlo a intentar.
En casi todas las latitudes es un animal de buen augurio, representando para algunos los cinco dones más virtuosos:
justicia,
fiabilidad, coraje, compasión y humildad. Nos trae sin dudas una
enseñanza o un aprendizaje que debe pasarse de generación en generación:
Aprender de los fracasos, volver a intentar lo que no se consiguió, enriquecido por la experiencia, y crecer en la adversidad.
Un mensaje de los ancestros que hoy definiríamos como un elogio a la
resiliencia y que, para los estrategas de la guerra, se resume en
aquella conocida frase que anuncia que perder en la más cruel de las
batallas, pero no morir en ella, solo consigue hacernos más fuertes.🤸
" Hay una etapa de la vida en la que tienes que Renacer... así que levántate y emprende el vuelo..."
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#LAESPIRITUALIDAD
Tomado de la red
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